miércoles, 21 de diciembre de 2011

HISTORIA DEL ARBOL DE NAVIDAD


El árbol de Navidad, que a todos deleita por sus luces multicolores y su belleza, en sí tiene varios significados religiosos ya que ha sido utilizado como símbolo de la unión del cielo y la tierra: ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hasta el cielo; por eso en muchas religiones, sobre todo en las orientales, el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, del hombre con la divinidad y de la divinidad con el hombre.
Se cuenta que un misionero inglés en Alemania, en el siglo VII, comprendiendo que era imposible arrancar de raíz la tradición pagana, la adoptó dándole un sentido cristiano, haciendo que el árbol adornado fuera también un símbolo del nacimiento de Cristo.
Algunos otros hablan que Martín Lutero fue quien introdujo esta costumbre al adornar con manzanas un árbol para tratar de explicar los dones que los hombres recibieron con el nacimiento de Jesucristo.
Los primeros documentos que nos hablan de la costumbre de colocar en Navidad árboles de abeto o de pino en las casas son del siglo XVII y se menciona a la región de Alsacia, tierra que se encontraba entre Alemania y Francia. En los países nórdicos, en el siglo XVI, se empiezan a reunir las familias en torno a un árbol de Navidad. El día 24 los niños eran llevados a pasear de día en el campo, mientras los adultos colocaban y decoraban con dulces y juguetes el árbol; a su regreso los niños eran sorprendidos con el árbol y así daba inicio la celebración de la fiesta de Navidad. Esta costumbre cobra fuerza y se extiende como moda cuando la Reina Victoria de Inglaterra para celebrar la Navidad hace colocar un árbol en el palacio decorándolo con velitas que hacen relucir una serie de bellos y finos adornos.
En todas la culturas encontramos que el árbol de Navidad, tiene cierto significado antropológico, místico y poético. En primer lugar se asocia al árbol de Navidad con el árbol de la vida, que lucía en medio del Jardín del Edén; las frutas y las decoraciones recuerdan las gracias y dones que el hombre tenía cuando vivía en el Paraíso.
En la Biblia, el árbol aparece como un símbolo de la Vida, árbol que Dios coloca en medio del Paraíso como fuente de la inmortalidad (Gen 2, 9,3,22).
Por eso el árbol de Navidad representa esa naturaleza restaurada y engalanada para recibir a su Señor "Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo" (salmo 5).
Podemos decir que de alguna manera las luces representan la luz de Cristo y la estrella que, en algunas ocasiones, se coloca en la punta representando la estrella de Belén que anuncia la redención a la humanidad.

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