jueves, 26 de diciembre de 2013

CHINA AÚN TEME ANALIZAR ERRORES DE MAO

Se cumplen 120 años del nacimiento de Mao, quien es un símbolo de la liberación nacional. Pero también sinónimo de la tragedia que causaron sus experimentos sociales. Un análisis crítico se hace aún esperar.
El Gobierno de Pekín ha necesitado -y usado- a Mao Zedong como “autoconfirmación” de su propio curso. El jefe de Estado y del Partido Comunista, Xi Jinping, había llamado a la modestia, con motivo de la celebración de los 120 años del nacimiento del revolucionario líder.

Un llamado que en Shaoshan, el lugar de nacimiento de Mao, no parecen haber atendido. Según medios locales, las autoridades de la región habrían planeado el gasto de casi dos mil millones de euros con motivo del aniversario. Dinero que sería invertido en la renovación de la oficina de turismo, de la casa natal de Mao, así como en la construcción de autopistas y estaciones de trenes. Todo parece que el pueblo natal de Mao quiere asegurarse una parte en el negocio surgido en torno al culto a Mao.

Mao: aún omnipresente 

Los medios estatales han elogiado por estos días al polémico "gran timonel" en ediciones especiales. El "Diario Popular", órgano del partido único, dijo que "desde la era Moderna, él es el gran patriota y el héroe nacional de China", y que sin Mao “el pueblo chino habría estado sumido en un largo período de oscuridad”.
En las instituciones públicas ha habido exposiciones sobre Mao y en los centros de investigación se han realizado simposios sobre su vida y obra. En Pekín se han representado obras de teatro relacionadas con él, pero en todos estos actos se evita cualquier crítica al dirigente.

Desde su muerte en 1976, el partido comunista chino elogia a su líder y apenas deja espacio para un debate sobre sus errores. Las campañas emprendidas por Mao llevaron a China en algunos momentos al caos y millones de personas murieron. Su sucesor, Deng Xiaoping, sentenció en nombre del partido que lo que hizo estuvo: "bien en un 70 por ciento, mal en un 30 por ciento".

Autocrítica, autoinculpación y ejecuciones públicas
La lucha contra los llamados "terratenientes” fue una de las históricas y más importantes luchas del movimiento liderado por Mao. Pero a pesar de la miseria real de los campesinos y su liberación de las estructuras feudales, “los procesos y las ejecuciones públicas durante el período de la reforma agraria (1950 / 51) es uno de los más amargos capítulos del Partido Comunista Chino (PCC)", dice Oskar Weggel en su obra sobre la historia de China en el siglo XX.

El intento de Mao de industrializar a como diera lugar un país de labriegos con el llamado “salto adelante” generó una las más grandes hambrunas de la historia moderna. Los cálculos parten de 30 millones de muertos, víctimas del desabastecimiento de alimentos.

Además, en 1966 Mao desató la llamada “revolución cultural” para deshacerse de sus críticos y rivales en el seno de su propio partido. El resultado: una década de muerte y asesinatos fratricidas que destruyó miles de vidas, familias y biografías.

Xi Jinping y el nuevo culto a Mao

Aún así, la quinta generación posmaoísta no de deja entrever mucha intención de querer someter la vida y obra de Mao a un análisis crítico bajo una nueva perspectiva. El historiador chino Zhang Lifan cree conocer la razón: “Un examen históricamente correcto sacudiría la legitimidad, y con ésta la autoridad del Partido Comunista Chino”.


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sábado, 9 de noviembre de 2013

COLOMBIA: COMIENZO DEL FIN

Mientras continúan los enfrentamientos y muertes en distintos punto, las delegaciones lograron un acuerdo sobre un plan de “reforma rural integral”. Ella prevé restituciones de tierras a cientos de miles de campesinos desplazados y una fuerte inyección de recursos a las abandonas regiones agrarias. Esta es una oferta a la base social de FARC que en casi su totalidad es de origen campesino.

Esperanzas en Colombia ante la posibilidad de concluir un conflicto armado que ha costado la vida de unas 220.000 personas a lo largo de más de medio siglo. Tanto Juan Manuel Santos, el Presidente colombiano,  como Iván Márquez, vocero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), manifestaron optimismo por los avances en las reuniones que se realizan en Cuba.

Parte de su satisfacción proviene  del plan de crear  circunscripciones especiales en “zonas especialmente afectadas por el conflicto y el abandono” que tendrán escaños propios en la Cámara de Representantes. En otras palabras las FARC tendrían asegurado un cupo en el Parlamento.

Ya se cumple un año de las negociaciones entre los guerrilleros y  el gobierno en La Habana. Un primer gran logro fue acordar una agenda de puntos fundamentales para despejar el camino a la paz.  Y de entrada se estableció  que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”.  Entretanto se ha negociado mientras continúan los enfrentamientos y muertes en distintos puntos. Con todo,  las delegaciones lograron un acuerdo sobre un plan de  “reforma rural integral”.

Ella prevé restituciones de tierras a cientos de miles de campesinos desplazados y una fuerte inyección de recursos a las abandonas regiones agrarias. Esta es una oferta a la base social de FARC que en casi su totalidad es de origen campesino. Hace algunos años las FARC presentaban el siguiente cuadro: “En Colombia el 1,5 por ciento de los propietarios posee 80 por ciento de la tierra productiva” y citaban al Banco Mundial para respaldar su visión: “El 80 por ciento de la población rural colombiana vive bajo la línea de pobreza, y un 33 por ciento sobrevive en condiciones de indigencia”.

Ahora viene de anunciarse un segundo acuerdo sobre garantías para la participación en la vida política nacional. Este un punto clave para lograr la “dejación de las armas” por parte de las FARC. Para Márquez el avance “nos coloca a los colombianos en la posibilidad de abrir las puertas de una verdadera democracia”. Parte de su satisfacción proviene  del plan de crear  circunscripciones especiales en “zonas especialmente afectadas por el conflicto y el abandono” que tendrán escaños propios en la Cámara de Representantes.

En otras palabras las FARC tendrían asegurado un cupo en el Parlamento. Márquez tiene, en todo caso,  resquemores: “Lo primero que está por resolverse es la necesidad de que en Colombia se respete el derecho a la vida, la diferenciación política, la no estigmatización y el poder debatir las ideas sin temor a ser asesinado, perseguido o criminalizado”. Con estas palabras aludía a una experiencia que traumó a los guerrilleros.

En 1982, el gobierno del Presidente Belisario Betancur promovió una apertura política que contemplaba una amnistía. El viraje fue bien recibido por los insurgentes y se esbozaron negociaciones que fueron muy resistidas por las fuerzas armadas.  Las FARC realizaron un esfuerzo de reinserción política a través de la creación de un brazo político, la Unión Patriótica (UP). El proceso fue un absoluto fracaso pues los militantes de la UP, que  incluía a guerrilleros desmovilizados, fueron asesinados en forma masiva. Elementos paramilitares y no identificados, que suele ser el eufemismo para aludir a militares y agentes estatales, mataron a más de dos mil militantes de la UP.
Por delante quedan todavía tres puntos difíciles.

El próximo tema será como desmantelar el narcotráfico en las zonas de operaciones guerrilleras. En realidad este es un asunto en el cual están involucrados muchos actores incluidos, entre otros, numerosos militares, paramilitares y hacendados, estos dos últimos no son categoría excluyentes. Luego vendrá el espinoso tema de la “verdad, justicia y reparaciones”. Como en toda guerra civil ambos bandos tienen a muchos de sus combatientes con manos ensangrentadas por crímenes alevosos. Finalmente, deberán resolver sobre las formas concretas en que los guerrilleros desmovilizados podrán reincorporase a la vida social y política.

Si todo lo anterior es resuelto satisfactoriamente las propuestas resultantes serán sometidas a un plebiscito nacional. Es la forma más efectiva para lograr  la indispensable  legitimidad a un proceso que promete una Colombia  más equitativa, justa y, por lo tanto, pacífica.

Raul Shor

http://blog.lanacion.cl/2013/11/07/colombia-el-comienzo-del-fin/

sábado, 28 de septiembre de 2013

ONU: RESOLUCIÓN UNÁNIME PARA EL DESARME DE SIRIA

La votación unánime de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU puso fin a semanas de intensa diplomacia entre Rusia y Estados Unidos. Se condena el uso de armas químicas y se insta a Siria a eliminar su arsenal.

El Consejo de Seguridad de la ONU condena el uso de armas químicas e insta a Al Assad a desmantelar su arsenal. Se trata de la primera resolución de este organismo sobre Siria desde el inicio del conflicto. Moscú ha logrado imponerse en el punto quizá más importante: la resolución exige a Damasco la entrega de su arsenal químico para su destrucción, pero, si el régimen no lo cumple, no entrará automáticamente en vigor el capítulo VII de la Carta de la ONU, que contempla medidas de fuerza. Antes de implementar esas medidas, habría que consultar de nuevo al Consejo de Seguridad y enfrentarse al poder de veto de Rusia y China.

Una provisión de la resolución, descrita por diplomáticos del Consejo de Seguridad como "significativa", respalda formalmente un plan para una transición política en Siria, acordado en una conferencia internacional en Ginebra en junio del 2012. Por otra parte, se prepara el terreno para una nueva conferencia de paz a mediados de noviembre en Ginebra, pero será necesario esperar a ver qué consecuencias reales tiene la resolución.

"Hemos recuperado nuestra responsabilidad de defender a los indefensos", fue la reacción de John Kerry, tras conocer el resultado de la votación. Su homólogo ruso, Serguei Lavrov, habló de "la base para superar la crisis". Y el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, cree que se trata de un "paso histórico". Sin embargo, recordó al mismo tiempo la cruda realidad en Siria: "Mientras saludamos este paso histórico, no podemos olvidar que el terror de las bombas y los tanques, las granadas y los fusiles continúa en Siria", dijo.


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domingo, 7 de julio de 2013

NEGOCIANDO EN UNA VÍA

El segundo capítulo de las conversaciones en La Habana, es una réplica exacta del primero. La misma dinámica de demandas a granel por parte de las Farc, idéntica secuencia de advertencias inútiles del Gobierno para que se ciñan al “Acuerdo General” y hasta supuestos inamovibles, que frenarían las pretensiones de los ilegales. A la final, emitirán otro “informe conjunto”, para comunicar las nuevas imposiciones de la guerrilla –esta vez en “participación política”–. Todo a cambio de nada, tal como ocurrió con el “acuerdo agrario”. El panorama es preocupante. El Gobierno dilapidó el poder que le otorgaba la victoria en la lucha narcoterrorista y ahora es él quien pide concesiones a la guerrilla.

Para las Farc, la negociación no es un medio para alcanzar la política. Es un fin en sí mismo, que comulga con el “uso de todas las formas de lucha”, para conseguir el poder absoluto. Ya supuestamente concretó el “asunto de la tierra”, con una propuesta expropiatoria y reforma agraria incluida. Un protocolo que el Gobierno avaló sin mayores explicaciones, comprometiendo el futuro agropecuario, la vida de los pobladores del campo, la propiedad privada y el desarrollo rural. Es mucho lo que el Gobierno pretende entregar según los textos divulgados.

Pero ¿cuánto más podría ceder, en su búsqueda por el “Acuerdo final para la terminación del conflicto”? Entre las “salvedades” del acuerdo agrario y los puntos que restan por negociar, todo puede pasar. Basta analizar las estrafalarias demandas para la “participación política”. Comprenden reestructurar el Estado de Derecho y los poderes públicos, incluida una reforma político-electoral. Los objetivos: redefinir los mecanismos de participación política, modificar el Poder Legislativo –mediante la conformación de una Cámara Territorial, que sustituiría la Cámara de Representantes–, otorgar plenas garantías a las organizaciones guerrilleras y sus combatientes para el ejercicio de la política y hasta extender el actual periodo presidencial. Pero hay más: rediseñar la descentralización y el orden jurídico-económico, reconvertir las Fuerzas Militares y proscribir doctrinas y prácticas contrainsurgentes, democratizar los medios de comunicación y, por supuesto, convocar una Asamblea Nacional Constituyente. ¡Casi nada!

Pero, mientras la guerrilla toma la iniciativa y adelanta una exitosa campaña de persuasión a nivel internacional –que cala sin problemas en Bogotá–, el Gobierno da pasos temerosos y hace lánguidos pronunciamientos. No se percibe un manejo certero de la información, no anticipa escenarios, no mide el costo-beneficio de las demandas de las Farc y tampoco presenta planteamientos públicos, para reaccionar o dirigir las conversaciones. Se limita a conceder más de lo que debería y reiterar tímidas solicitudes a las Farc sobre la “dejación de las armas”, su “reincorporación a la vida civil… dentro de las reglas de la democracia” o “el respeto por los derechos de las víctimas”, aunque obtenga a cambio las mismas cínicas respuestas de los narcoterroristas.

¿Qué van a poner las Farc en esta “negociación? Al parecer Nada. O quizás, modificarán su oferta extorsiva para dejar de atormentar a los colombianos, si el Gobierno cumple sus exigencias en la mesa. Sin embargo, en las regiones pensamos que deberían responder por las 800 mil hectáreas que han despojado, entregar las armas, las rutas del narcotráfico, el ganado que han robado y los mapas de las zonas minadas. Así como devolver a sus familias a los menores reclutados, la dignidad y el respeto a miles de mujeres que han prostituido, liberar a los secuestrados, a los “raspachines” que usan para la siembra de coca y a los campesinos que explotan en la usurpación ilegal de recursos mineros y pagar por los miles de asesinatos, masacres y desaparecidos. Y, además, dejar de promover revueltas como la que hoy se vive en el Catatumbo.

Pero nada de eso parece posible ante la postura del Gobierno, que luce comprometido en una sola vía: la de hacerle el juego a las Farc, entregando el campo y el Estado Social de Derecho. Sin duda, el Gobierno está atrapado en la reelección. Es rehén de las Farc.

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA
Presidente Ejecutivo de Fedegán.
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/N/negociando_en_una_via/negociando_en_una_via.asp


martes, 14 de mayo de 2013

CRIMEN COLOMBIANO EXPLOTA LAS RUTAS DE ÁFRICA Y MEDIO ORIENTE


El general Antonio Indjai, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Guinea Bisau, protagonizó dos violentos golpes de Estado en los últimos dos años, pero nunca estuvo en la mira de las autoridades internacionales hasta que lo ligaron con las Farc.

Quien encabeza la persecución en su contra es el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Preet Bharara, quien el pasado 18 de abril le formuló cuatro cargos por narcotráfico, terrorismo y tráfico de armas. "Antonio Indjai y muchos oficiales corruptos se vendieron a sí mismos y le pusieron precio a su país", declaró el acusador.

El trasfondo de este escándalo es la creciente relación de la delincuencia organizada de Colombia con sus pares de África y el Medio Oriente, que a través de embarcaciones, avionetas, correos humanos y empresas fachada mueven droga, armas y dinero blanqueado por el océano Atlántico.

El docente Juan David Escobar, director del Centro de Pensamiento Estratégico de Eafit, argumenta que "la ruta africana es una alternativa ante la presión de las fuerzas de seguridad en el Caribe, y un desplazamiento natural hacia el mercado europeo, que es grande".

Negocios en Guinea Bisau

En mayo de 2012 la DEA infiltró dos fuentes en una red criminal que ligaba a las Farc con supuestos militares y exoficiales deshonestos de Guinea Bisau, un país de la costa occidental africana caracterizado por gobiernos inestables, cuya población es la mitad de Medellín (1’600.000 personas).

En los seis meses siguientes, los infiltrados sostuvieron reuniones con los miembros de dicha red, simulando ser representantes de la guerrilla.

La idea era usar la nación africana como un punto de acopio para la cocaína colombiana, y distribuirla desde allí a Europa y Norteamérica. Los militares involucrados se quedarían con el 13% de la mercancía que pasara por su territorio.

El 02/6/12, el general Indjai estuvo presente en una de las juntas con un infiltrado y aprobó que la droga arribara a su país camuflada en un embarque de prendas militares.

El pacto también contemplaba la compra de arsenal para los insurgentes, en especial fusiles AK-47, lanza granadas y misiles tierra-aire para derribar los helicópteros de interdicción de E.U. en Colombia. La pretensión era que las Fuerzas Armadas ordenaran una adquisición de armas, de las cuales la mitad serían para los subversivos.

"Ustedes pueden hacer eso a través de mí... es a través del gobierno y yo soy solo un intermediario", dijo Indjai, y agregó: "pasado mañana hablaré con el Presidente de la República". Después, según la acusación S612Cr.839 (indictment ), pidió 20.000 euros como prueba de la "seriedad" de los infiltrados.

Entre el 2 y 4 de abril de 2013 fueron capturados siete sospechosos en Bogotá (2) y África (5), con fines de extradición; entre ellos estaban los supuestos narcos colombianos Rafael Garavito ("el Viejo") y Gustavo Pérez ("Gato"), "los enlaces para negociar la droga que produce las Farc y enviarla al exterior", según el reporte de la Dirección Antinarcóticos.

También cayeron tres exoficiales de la Armada de Guinea Bisau, incluyendo a su excomandante Jose Bubo Na Tchuto.

Un antecedente de similar magnitud fue la "Operación Implacable", ejecutada el 17/10/11 por agentes de E.U. y Liberia. El objetivo era el presunto narco colombiano Marcel Acevedo Sarmiento (ya extraditado), señalado de liderar una organización que exportaba cocaína desde Colombia y Venezuela hacia el continente negro.

Según el Departamento de Estado de E.U., Acevedo llevaba 20 años en el negocio y sus cargamentos eran protegidos por las Farc; fue capturado con ocho supuestos secuaces.

Los "amigos" de Al Qaeda

Análisis de la DEA concluyen que, cuando la droga llega por mar y aire a Guinea Bisau, Ghana y Nigeria, es almacenada en búnkeres subterráneos y guaridas urbanas.

Luego inicia un periplo por tierra en camiones con caletas, vía Mali, hacia el norte del continente. De allí pasa a Europa usando las costas de Marruecos, Algeria y Libia.

Este tránsito quedó al descubierto el 16/12/09, con el arresto en Ghana de tres miembros del clan islamista Al Qaeda. Su función era transportar la cocaína de las Farc después de su desembarco en la costa occidental, hacia el mar Mediterráneo y España. Un grupo de milicias rebeldes custodiaban la carga.

Uno de los capturados, Idriss Abelrahman, habló con un agente encubierto sobre los objetivos comunes de Al Qaeda y las Farc, incluyendo "la causa anti americana", tal cual reza en un informe del Departamento de Estado. Fue la primera vez que E.U. formuló cargos por narcotráfico contra ese grupo extremista.

Uno de los aprehendidos fue condenado a cuatro años de cárcel. Fuentes oficiales creen que el nexo entre ambas facciones aún perdura.

Buscando más dinero

Los estudios de la DEA y el Departamento de Defensa revelan que en la última década se duplicó el consumo de cocaína en Europa. Aunque llevar la mercancía hasta allá puede ser más costoso para las bandas colombianas, se arriesgan por la promesa de más ingresos.

Mientras que en E.U. un kilo del estupefaciente puede costar el equivalente máximo de $73’350.000, en el Viejo Continente alcanza los $183’370.000; y en el Medio Oriente, otro destino apetecido, la cifra sube a $256’718.000.

La Península Ibérica y los Países Bajos, especialmente los puertos de Barcelona, Rotterdam y Amberes, son predilectos para la llegada de cargamentos que antes atravesaron las exóticas tierras africanas, cuyo tránsito es favorecido por conflictos internos y fragilidad institucional.

"África representa un reto por la cantidad de contenedores que pasan por los puertos, la falta de inspectores entrenados e inteligencia investigativa, gobiernos débiles y la generalizada corrupción", decía un reporte presentado por la DEA en 2006 al Congreso.

Poco ha cambiado desde entonces, salvo el hecho de que no solo los suramericanos se aprovechan de los escasos controles en África, también los maleantes del suroeste asiático lo usan como plataforma para distribuir la heroína, y los narcos mexicanos para el acopio de precursores químicos para las metanfetaminas.

Escobar complementa que "en la costa occidental hay 17 países, todos con esquemas de seguridad débiles, lo que facilita el trabajo de los criminales".

El clan libanés

"Los grupos radicales islamistas y los narcoterroristas colombianos practican los mismos métodos de negocios", declaró en 2003, cual si fuera una premonición, el almirante James E. Hill, el entonces jefe del Comando Sur de E.U. Le preocupaba que en Suramérica y el Caribe había células activas de cofradías como Hamas (Palestina), Hezbollah (Líbano) y El Grupo Islámico (Al Gama’a al Islamiyya, de Egipto).

Y en su último periplo por el Cono Sur (abril de 2012), el entonces secretario de Defensa,Leon Panetta, expresó su molestia porque la Guardia Revolucionaria Islámica (de Irán) trataba de acrecentar su influencia en la región. "En mi libro, eso equivale a expandir el terrorismo".

En la actualidad, la cacería de los estadounidenses está centrada en el presunto capo colombolibanés Ayman Saied Joumaa, señalado de ser un enlace de Hezbollah en América.

El Departamento del Tesoro le congeló varias cuentas y bienes con la Lista Clinton y lo señala de dirigir una enorme red de narcotráfico y lavado de activos entre nuestro continente y el Medio Oriente, pasando por África, a través de importadoras fachada, bancos, casas de cambio y compraventas de vehículos.

El Tesoro lo relaciona con un clan conformado por 24 colombianos y libaneses, así como empresas en Barranquilla, Maicao, Cali, Medellín, Valencia (Venezuela), Colón y Ciudad de Panamá (Panamá), Beirut (Líbano), Cotonou (Benin), el Congo y Hong Kong. Su principal contacto en Colombia sería Ali Mohamad Saleh, quien tiene negocios comerciales en Maicao y también está reseñado en los estrados judiciales.

El dinero recaudado financia las actividades de la organización político militar Hezbollah (considerada terrorista en unos países, revolucionaria en otros), pero la célula también haría trabajos para narcos como "los Zetas", "la Oficina" y grupos venezolanos. Se presume que cada mes blanquean cerca de 200 millones de dólares, actividad en la cual serían especialistas.

La relación del clan libanés con "la Oficina" se destapó desde 2009, cuando el Tesoro aplicó sanciones a una estructura de 19 personas lideradas por Francisco Flórez Upegui, alias "don Pacho" (ya extraditado), presunto socio de dicha estructura mafiosa de Medellín.

Según la DEA, comenzó sus actividades ilegales en los años 80, con el cartel de Pablo Escobar. Cuando este fue desmantelado, "don Pacho" siguió exportando droga a E.U., Europa, África y Medio Oriente. Su imperio se derrumbó hace cuatro años con la "Operación Titán", donde también cayó Chekri Mahmoud Harb, alias "el Talibán", un militante de Hezbollah que decía trabajar para "la Oficina".

Los radicales también han tenido trueques con las Farc, como recuerda Escobar. "Durante los diálogos de paz en El Caguán (1998-2002), los guerrilleros compraron armas en Jordania, a gente de Hezbollah".

Hoy dos de los principales supuestos socios del crimen colombiano en África y el Medio Oriente están libres, aunque con cargos penales: el escurridizo capo Ayman Joumaa y el generalAntonio Indjai.

El vocero oficial de Guinea Bisau, Fernando Vaz, solicitó a E.U. cooperación judicial para analizar los casos del alto oficial acusado y del exalmirante capturado Jose Bubo Na Tchuto, con la idea de juzgarlos allá, "si hay lugar a ello", pues considera que los estadounidenses vulneran la soberanía de su país con esas acciones.

Mientras tanto, el general Indjai parecía tranquilo cuando el diario The New York Times le preguntó sobre los señalamientos: "La gente dice que soy un narcotraficante, el que tenga las pruebas, ¡que las presente…".

NELSON MATTA COLORADO
http://www.elcolombiano.com/bancoconocimiento/c/crimen_colombiano_explota_las_rutas_de_africa_y_medio_oriente/crimen_colombiano_explota_las_rutas_de_africa_y_medio_oriente.asp

miércoles, 1 de mayo de 2013

EL PADRE QUE QUERÍA SEMBRAR TOMATES



Un anciano señor italiano vivía solo en Nueva Jersey. Quería plantar sus tomates, como cada año, pero era un trabajo difícil, ya que la tierra estaba dura. Su único hijo, Vincent, que solía ayudarle, estaba en prisión. El anciano le escribió una carta y le contó su problema.

Querido Vincent, Estoy bastante triste porque parece que este año no podré plantar mis tomates. Me estoy haciendo demasiado viejo para cavarlo. Sé que se si estuvieses aquí no tendría ese problema. Sé que te gustaría cavarlos por mi, como en los viejos tiempos.

Te quiere, Papá.

Unos días después recibió una carta de su hijo:

Querido papá, no caves en el jardín. Ahí es donde enterré los cuerpos. Te quiere, Vinnie.

A la mañana siguiente los agentes del FBI y la policía local llegaron y cavaron por todo el área sin encontrar ningún cuerpo. Se disculparon con el hombre y se fueron. Ese mismo día el anciano recibió una carta de su hijo.

Querido papá, ahora puedes plantar los tomates. Es lo mejor que he podido hacer en mi situación. Te quiere, Vinnie. 

miércoles, 17 de abril de 2013

EL SIGNIFICADO DE LA MUERTE DEL CAUDILLO. CHÁVEZ: UNA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA


La diferencia más visible que puede señalarse entre Hugo Chávez y su admirado Simón Bolívar es esta: que Chávez no tuvo que hacer la guerra para triunfar.
Eso es también lo que diferencia a Chávez de Fidel Castro y del Che Guevara: detrás de esas leyendas hay una historia de guerras y de sangre, y Chávez pudo por suerte asumir el desafío de emprender la transformación de la sociedad, como lo reclamaban hasta los poderosos de todo el continente, recurriendo sólo a los instrumentos de la democracia.
Su única derrota, la del golpe militar que intentó en 1992 contra Carlos Andrés Pérez, se convirtió al final en otra victoria, porque lo salvó de haber llegado al poder, en su impaciencia, por la vía traumática de una ruptura violenta de la institucionalidad. Cuánto no habrá agradecido después que su acceso al poder no hubiera estado manchado por la violencia, sino que hubiera tenido la legitimidad de una elección indiscutible. Aunque sus compañeros habían logrado su objetivo en las provincias, cuando vio que no había podido tomarse el poder central, él mismo dio la orden a todos sus amigos de rendir las armas y les dijo que asumiría toda la responsabilidad del levantamiento.
Fue entonces cuando dejó flotando sobre la sociedad ese “por ahora”, que parecía una confesión de derrota, pero que pronto se convirtió en una promesa. El pueblo venezolano lo eligió una y otra vez, para desesperación de sus opositores, que nunca entendieron que la única manera de enfrentarse a un líder histórico de la importancia de Hugo Chávez, pasaba por hacer un reconocimiento a la verdad y a la justicia de su causa.
Un país riquísimo, cuya riqueza principal pertenece al Estado, es decir, a la comunidad, había visto con asombro cómo unas élites petroleras arrogantes e insensibles se paseaban por el mundo como jeques saudíes mientras el pueblo venezolano se hundía en la pobreza y en el desamparo. Nadie puede negar que esas élites fueron las que educaron al país en la lógica precaria de los subsidios y las que nunca hicieron esfuerzos serios por “sembrar el petróleo”, por convertir la riqueza petrolera en una economía diversa que estimulara el trabajo social y la iniciativa de la comunidad. Después le reclamarían a Chávez no haber hecho plenamente en diez años esa siembra y esa diversificación que ellos no intentaron en 50.
Durante décadas y décadas la pobreza creció en Venezuela, y a diferencia de Bogotá o de Buenos Aires, donde es posible mantener la dilatada pobreza oculta a los ojos de los visitantes, Caracas vio surgir en sus cerros las barriadas de los desposeídos, las rancherías que contrastaban con la innegable opulencia petrolera.
Ya en 1989, la pobreza de las muchedumbres se había convertido en desesperación y Chávez cosechó lo que los poderes venezolanos habían sembrado: la indignación del pueblo, la inconformidad, el ahogado espíritu de rebelión al que él le supo dar finalmente su lenguaje y su rumbo.
Ahora se quejan de la supuesta falta de modales de este líder seductor e impulsivo, un hombre de origen humilde que no simulaba aristocracia, que decía lo que sentía como le gusta al pueblo que se diga: con un lenguaje llano y directo, desafiante y a veces peligrosamente sincero. Yo dudo que haya habido en Latinoamérica un político más surgido de la entraña del pueblo, más parecido a las hondas sabidurías, las malicias, las travesuras y las valentías del alma popular.
Una de las muchas cosas que demostró es que se podía hablar de los grandes asuntos de la economía y de la política en un lenguaje sencillo. Se ha vuelto costumbre entre nosotros que los jóvenes egresados de Harvard y de Oxford que manejan los asuntos públicos utilicen para hablar de economía una jerga de iniciados que hace sentir a todos los demás incapaces de acceder a los arcanos de esa ciencia imposible. Es un evidente mecanismo de exclusión, algo para alejar a los profanos; por eso, de las manos de esos ministros eruditos brotan a menudo los colapsos financieros, los “corralitos” que hunden a países enteros en la ruina, y la tolerancia de robos descarados como los de DMG en Colombia, que estafaron a cientos de miles de personas sin que ningún perfumado experto viniera a explicarle al pueblo y a las clases medias que estaban cayendo, con el beneplácito del poder, en las redes de unos asaltantes cínicos.
La economía, de la que depende el bienestar de millones y millones de personas, no puede ser una ciencia abstrusa e inextricable, y esa farsa descarada es apenas un mecanismo para mantener a los pueblos lejos de la posibilidad de entender los procesos y de juzgar los resultados.
Con unas cuantas alianzas internacionales, y una reducción de la oferta, Chávez logró que los precios del petróleo alcanzaran cifras asombrosas y tuvo de repente en sus manos unos recursos incalculables para echar a andar su proyecto. El primer reclamo que se hizo a su política fue que hubiera dedicado recursos del petróleo a ayudar a los países vecinos y a conseguir aliados en el mundo. Pero a comienzos de los años 70 un ilustre antecesor de Hugo Chávez, Salvador Allende, intentó también transformar su sociedad sin recurrir a la violencia, confiando en el respeto a las instituciones que proclamaba y exigía el gobierno norteamericano y que juraban con firmeza los ejércitos y los potentados. Cuando vieron que Allende intentaba transformaciones reales, el famoso respeto por la institucionalidad que predicaban el imperio y sus adláteres se fue al piso, y una conspiración criminal acabó con Allende, con sus sueños y con la fe en la democracia de toda una generación. Las guerrillas arreciaron por todas partes, el ejemplo de Pinochet fue seguido por militares de varios países, y una noche de sables y de crímenes, que todavía tiene sentados en los estrados a esos viejos generales genocidas, fue el precio que Latinoamérica pagó por la interrupción del proceso democrático chileno.
De todos los procesos políticos y culturales que necesitaba vivir América Latina, ninguno es más importante que la incorporación de los pueblos a la leyenda nacional. La deformación colonial, prolongada por una tradición de castas señoriales que borró a los pueblos indígenas, sus lenguas, sus memorias y sus mitologías; que después de liberar a los esclavos no se esforzó por construir un proyecto de integración social, de educación, de salud y de incorporación a un relato de los orígenes; y que postró a los pobres en la inermidad y la exclusión, exigía en todas partes una gran reforma que devolviera a los pueblos el protagonismo, liberando su iniciativa histórica.
Esa fue la tarea que parcialmente cumplieron la Reforma de Benito Juárez y la Revolución de Villa y de Zapata en México, los gobiernos de Roca e Irigoyen y el movimiento peronista en Argentina, el movimiento de Eloy Alfaro en Ecuador y la rebelión de los mineros de Bolivia en 1952. También la lograron los primeros tiempos de la Revolución cubana, antes de que el bloqueo norteamericano forzara al Estado a imponer restricciones de guerra. Darle su lugar al pueblo en la historia es algo que sólo se logra con respeto verdadero, con oportunidades, con valores, con cohesión social, y fortaleciendo la dignidad de quienes, si no se les permite ser ciudadanos plenos, tienen que terminar convirtiéndose en parias o en verdugos.
Cuánto habría ganado Colombia si le hubiera permitido llegar al poder hace 65 años a Jorge Eliécer Gaitán. Los 300 mil muertos de la violencia de los años 50, y los 500 mil muertos del resto del siglo, atribuibles por igual a las guerras, la violencia, la pobreza y el desamparo social, la delincuencia, la proliferación de las guerrillas y la industria del secuestro, el crecimiento de las mafias, el desmonte de la estructura institucional, la pérdida de sentido patriótico de las élites empresariales y la creciente corrupción política, el paramilitarismo, la juventud arrojada a las guerras de supervivencia, y la caída de muchos militares en la tentación del crimen y la riqueza fácil, todas esas cosas se habrían conjurado con la incorporación del pueblo a la leyenda nacional, que era el sentido profundo del proyecto gaitanista, con la restauración moral que reclamaba su oratoria enfática y pacífica. De todo eso posiblemente salvará el pacifismo chavista a Venezuela, y hasta los que lo odian se lo agradecerán algún día: de vivir en un país como Colombia, donde las carreteras llegaron a convertirse por momentos en caminos sin retorno, y donde en los meses de enero y febrero de 2013 ya llevamos contados más de mil desaparecidos.
Chávez creyó en la democracia. Entendió que no iba a recurrir a las armas, pero que su proceso no se abriría camino si caía en la ilusión de ser, en tiempos imparables de globalización, una aventura encerrada en las fronteras de su país. Se inspiraba en Bolívar, quien nunca aceptó esa idea estrecha de unos paisitos incomunicados, y siempre predicó el ideal de la solidaridad y la construcción de una patria continental.
Los magnates de cada país saben ejercer su derecho a la universalidad, el derecho absoluto de cruzar las fronteras con sus capitales, pero miran con recelo la solidaridad de los pueblos. Las fronteras están cerradas para todo el que no forme parte del mercado financiero. Chávez conocía suficiente geografía e historia para tener una idea de geopolítica más amplia y audaz que la de los gobiernos sujetos sólo a las órdenes del gran capital. Fortalecer a la América Latina era su única forma legítima y eficaz de fortalecer a Venezuela, y en esa medida no hacía más que aceptar las reglas de juego de la globalización, que tanto nos predican como un deber inexorable mientras no pretendamos beneficiarnos de ellas.
A la sombra de Chávez, que tenía más poder de forcejeo en el escenario internacional, y menos obligación de respetar el protocolo, varios procesos democráticos se abrieron camino en América Latina. Viendo la irreverencia de Chávez, a la vez estudiada y espontánea, resultó menos discutible la lucha de Evo Morales y los indígenas bolivianos, y parecían de seda los gobiernos populares de Lula da Silva y de Rafael Correa, de Néstor y Cristina Kirchner y de Pepe Mujica. Chávez apostaba las cartas mayores, y estaba listo para respaldar a los gobiernos amenazados y a los procesos en peligro.
Coincidió el gobierno de Chávez con el momento de mayor desprestigio del poderío mundial de los Estados Unidos, el momento de mayor caída de su liderazgo democrático y moral en el planeta. Los atentados terroristas de Al Qaeda cambiaron el orden de prioridades del imperio; después de décadas de imposición de políticas imperiales en América Latina, incluida la criminal Escuela de las Américas, que educó en la violación de los derechos humanos a una generación de militares en el continente, los gobiernos norteamericanos abandonaron su interés por la América Latina, se lanzaron en Asia a grandes invasiones militares, a una equivocada lucha contra el terror mediante la estrategia del terror, y se hundieron en la barbarie.
Chávez entendió la importancia de ese momento histórico: América Latina, perdida la tutela del hermano arrogante, podía ingresar de verdad en la era de la globalización y abrirse al mundo. Otras potencias se fortalecían, el dragón chino había despertado, Rusia recuperaba su fuerza. Y si Estados Unidos, Francia, Italia, Inglaterra y España recibían alborozados a Muamar Gadafi y lo dejaban plantar tiendas en sus países, por qué habrían de reprocharle a Chávez que se acercara al gobernante de un país petrolero con quien tenía intereses comunes. Chávez al menos no tuvo la indignidad de abrazar a Gadafi ante las cámaras y bombardearlo cuando se apagaban los reflectores, como lo hicieron los gobiernos de Francia y de Inglaterra. No fue ofendido por él, lo despidió como a un amigo, y no entró a saco en esa Libia en ruinas, como Cameron y Sarkozy, a reclamar el botín del socio abandonado.
Sabía que si a un nuevo Kissinger, o a una envanecida Condoleezza Rice, se le ocurriera aconsejar la invasión de su territorio, la respuesta no sería sólo del pueblo venezolano, sino de Ecuador y Brasil, de Cuba y Nicaragua, de los países antillanos y Bolivia, de Uruguay, Paraguay y Argentina, pero muy posiblemente también de China y Rusia, y de mucha gente que lo respetaba en todo el mundo. Haber garantizado la independencia de su país le permitió hablar con firmeza, de igual a igual, en el escenario mundial.
El estilo de Chávez merece muchos comentarios. Hay una anécdota que sin duda ha de ser apócrifa, pero que a pesar de todo describe muy bien el espíritu de este luchador a la vez pintoresco y profundo, arrebatado y travieso, desafiante y desconcertante. Se decía que una vez, en una de tantas cumbres de gobernantes, esas cumbres de las que él mismo dijo, con un epigrama inolvidable, que “los gobiernos van de cumbre en cumbre y los pueblos de abismo en abismo”, Chávez se encontró con la reina Isabel de Inglaterra y corrió a darle un abrazo. La anécdota añade que los guardias de la reina se interpusieron enseguida, informándole a Chávez que el protocolo inglés no permitía que nadie abrazara a la reina, y que Chávez contestó con una sonrisa: “Sí, pero el protocolo venezolano exige que abracemos a nuestros amigos”. La anécdota, como digo, ha de ser apócrifa, pero el hecho que ilustra es profundo. Lo que quiere decir, en una sociedad hondamente marcada por la supremacía de las metrópolis y por la etiqueta de las potencias, es que en nuestro tiempo un rey y un presidente son poderes exactamente iguales, que el protocolo inglés no puede ser más respetable que el venezolano.
En esa fábula imaginaria está más profundamente expresada que en ninguna otra parte la verdadera importancia de un hombre como Hugo Chávez para la historia latinoamericana: en un continente acostumbrado a sentirse subalterno, a ser un invitado de segunda en el banquete de las naciones, un hombre les recordó a todos que había pasado el tiempo de la supremacía y de las supersticiones de superioridad; que si había llegado el tiempo de la democracia y de la República es porque había llegado el tiempo de los pueblos, y que en el mundo moderno, como lo quiere todo el arte contemporáneo, como lo anuncian la literatura y la pintura desde los tiempos de Shakespeare y de Velázquez, un rey y un campesino tienen la misma dignidad metafísica y estética, un hijo de los llanos de Barinas y una hija de los castillos de Windsor tienen la misma dignidad y el mismo valor, y si son aceptados por sus pueblos como representantes y voceros, no pueden presumir de ningún tipo de jerarquía.
Por fuera de la anécdota, eso fue lo que hizo Chávez a lo largo de todo su gobierno, y a lo mejor a lo largo de toda su vida, y con ello no les dio una lección sólo a los gobiernos de América Latina, sino a cada uno de los ciudadanos de este continente. Como lo había enseñado Bolívar y lo olvidaron sus sucesores, ya estamos en igualdad de condiciones con todos los ciudadanos del mundo, pasó la edad de las diademas, una banda presidencial y una corona son el mismo símbolo, salvo por la diferencia metafísica de que la corona representa el poder de la tradición y la banda el poder del presente: a la corona la sostienen millones de fantasmas y a la banda la tejen millones de voluntades vivientes.
Pero qué gran país es Venezuela; qué alto sentido de respeto por los conciudadanos el de un país que aun en medio de las más borrascosas diferencias de opinión no se hunde en la violencia sectaria y en el baño de sangre que ha caracterizado cíclicamente a algunos de sus vecinos. Venezuela vive hace quince años, no en la polarización, como afirman algunos, sino en la apasionada politización que caracteriza los momentos de grandes transformaciones históricas. Chávez y sus hombres aceptaron llamar revolución al proceso emprendido, pero hay que conceder que el siglo XX dejó la palabra revolución, por generosa, legítima o inevitable que fuera, cargada de bombas y de sangre, de horrores civiles y tragedias imborrables, y en cambio la revolución de Chávez ha consistido en unas decisiones económicas y en unas movilizaciones políticas: no en fusilamientos, ni proscripciones, ni censuras.
Es esto tal vez lo que le da al proceso liderado por Hugo Chávez su magnitud histórica: nadie puede ignorar la importancia de lo que ocurre, nadie puede ignorar la enormidad de los problemas urgentes que ha enfrentado, la enormidad de las soluciones que ha intentado, y sin embargo se ha cumplido en un clima de paz, de respeto por la vida, en el marco de unas instituciones, y atendiendo a altos principios de humanidad y de dignidad.
Los opositores, que son muchos, lo negarán, como es su derecho, y la prensa de oposición en Venezuela, que es casi toda, afirmará que estos tres lustros han sido de persecución y de censura, como lo han dicho a los siete vientos con todos los recursos de la comunicación moderna en estos trece años. Pero los opositores no pueden negar la generosidad de propósitos de este proceso, así como el chavismo no puede negar la civilidad de sus adversarios, en un continente donde ha habido contrarrevoluciones más feroces y sanguinarias que las revoluciones a las que combatían.
Los millones de personas que lloran con el corazón afligido la muerte de su líder, la dimensión planetaria de esta muerte y la enormidad popular de este funeral confirman que estamos ante un hecho histórico de grandes dimensiones. La verdad se conoce: Venezuela es uno de los pocos países del mundo que se han permitido el lujo inesperado de emprender una transformación histórica con el menor costo posible de confrontación y de arbitrariedad.
Finalmente, Chávez bien podría haberle hecho un favor inmenso a la democracia, Chávez podría ser, en América Latina y a comienzos del siglo XXI, el hombre que refutó la teoría de que la violencia es el motor de la historia. Muchos habrán querido forzarlo a la violencia, muchos soñarán aún con intentarlo, pero cuando ya creíamos que era verdad que el Estado existe sólo para garantizar privilegios y para mantener lo establecido, alguien ha venido a demostrarnos que la democracia puede ser un instrumento de transformaciones reales, que abran horizontes de justicia para las sociedades.
Hugo Chávez, con su mirada sonriente de llanero y su sonrisa profunda de hombre del pueblo, bien podría haber hecho algo mucho más profundo y perdurable que inventar el socialismo del siglo XXI: es posible que haya inventado la democracia del siglo XXI.

William Ospina. Escritor, ensayista y columnista de El Espectador.
William Ospina
Elespectador.com

sábado, 23 de marzo de 2013

EL CORONEL


Amable lector, repasando páginas de nuestra historia, quienes han escrito sobre la vida de Simón Bolívar, no se ponen de acuerdo en reconocer sus méritos y en admitir sus defectos. Pero todos, sin excepción, coinciden que él más que nadie luchó por la igualdad de clases.

Afirmaba que blancos, mestizos, negros, pardos e indígenas tenían los mismos derechos ante la ley. Prueba de ello es que dio la libertad a sus esclavos. Al general Manuel Piar, un mulato ambicioso y altivo por promover el enfrentamiento entre blancos y las gentes de color autorizó que fuera ejecutado.

Con la lenta agonía y muerte del coronel Chávez Frías, quien hizo de Bolívar un ejemplo para seguir, y que ordenó realizar un sofisticado procedimiento para tener certeza de su verdadero rostro; en cambio, poco hizo por indagar sobre el alma del Libertador, pues de haberlo hecho tendría claro que su suerte sería la misma del general Piar.

Chávez, motivado por tantas injusticias, abusos y desprecio por las gentes pobres, quiso cambiar tal estado de cosas, y lo realizó a su manera. Muchos recibieron ayudas en vivienda, educación y salud, pero en cambio, destruyó buena parte de la actividad productiva, alejó la inversión y el ahorro, lo que de manera inequívoca significa que en un futuro habrá más pobres.

Da la impresión que tampoco leyó sobre dos grandes revolucionarios, José Stalin y Mao Tse Tung, que no dudaron en sacrificar millones de personas, exigiéndoles trabajar hasta morir para fundar los cimientos del aparato productivo (bienes de capital). Gracias a lo cual buena parte de las gentes de hoy disfrutan de un mayor bienestar, que se fertilizó con la sangre de personas inocentes.

En la obra escrita por los bondadosos señores Henao y Arrubla, poco se dice de las dificultades que debió superar con sus propios conciudadanos, en particular en el campo militar. Entre otros, Páez, Bermúdez, Rivas, Piar, Zaraza, Cedeño, Castillo y Monagas. Lo anterior, sin contar con el Hombre de las Leyes y muchos otros de los nuestros. Luchar contra los españoles fue una labor menos ardua.

Por la envidia de sus conciudadanos debió salir de Venezuela y finalmente abandonado de todos vino a morir en Santa Marta. Lo acompañaron doce personas que contrastan con el millón que despidió al coronel. Sus restos fueron repatriados unos años después. No por agradecimiento a lo que hizo sino por conveniencias políticas.

Lástima que alguien que tuvo tanto poder, haya desperdiciado la oportunidad de hacer un mejor uso de los enormes ingresos que genera el petróleo. Si hubiese creado más oportunidades de trabajo y no hubiese estimulado la lucha de clases, hoy Venezuela sería muy diferente y nosotros también.

Expongo estas líneas para concluir que, con más frecuencia de lo que se cree, se cambian los principios y las ideas de los grandes hombres, incluyendo a Jesús de Nazaret, para acomodarlas a las conveniencias personales. Ojala que alguien, en un día no muy lejano, les diga a las gentes de Venezuela, que pueblo que no trabaja nunca progresa, que la pereza no es pobreza pero por ahí se empieza. Y que un buen estadista primero produce y después reparte.

RAFAEL ISAZA GONZÁLEZ Publicado el 23 de marzo de 2013. El Colombiano

sábado, 16 de marzo de 2013

UNA HISTORIA PERFUMADA: AROMAS QUE SIEMPRE ACOMPAÑARON AL HOMBRE


Desde los comienzos de la historia, los aromas de la naturaleza han acompañado al ser humano siempre. Utilizados en rituales religiosos primero, luego se fue perfeccionando la fabricación de ungüentos y aceites perfumados, cuya tradición llega hasta nuestros días.

La historia del perfume comienza con el arte de su elaboración. Se cuenta que Alejandro Magno era muy aseado, capaz de perfumar cualquier habitación con sólo el aroma de su cuerpo. En la Edad Media se fabricaron ungüentos con sustancias aromáticas, musgo incluido y después de un período de utilizar animales.

En los siglos XVIII y XIX se volvió al agua de flores. El perfume está tan presente en la historia del hombre como cualquier leyenda. Los aromas de la naturaleza han acompañado al ser humano siempre: las flores, el mar, los árboles, etc.

El Museo del Perfume de Barcelona sostiene que todo comenzó en la prehistoria, el día que el hombre primitivo encendió una hoguera para calentarse o para alejar las fieras que pudieran acecharle y, por casualidad, encendió algunas ramas o resinas de un árbol y éstas comenzaron a desprender un olor agradable, un olor inédito que nunca antes había sentido antes.

Quizás el hecho de encontrarla tan agradable y de que el humo se elevase directamente hacia el cielo, les hizo pensar en utilizarlo como ofrenda a las divinidades o a las fuerzas sobrenaturales que lo habitaban y que desde allí arriba regían sus frágiles destinos en la Tierra.

Los perfumes se han utilizado y se utilizan en rituales religiosos. Los sacerdotes literalmente fumigaban sus oraciones con perfumes que ellos mismos elaboraban, empleando olores fortísimos que favorecían la elevación del espíritu, como con mirra, resina de terebinto, gálbano, olíbano y ládano.

Los aceites perfumados, los ungüentos y las pinturas también formaban parte del rito. Muy temprano por la mañana, cada sacerdote procedía al aseo de las estatuas. Así creían obtener la protección de los dioses y se aseguraban el paso al más allá.

El boom de la cosmética

El aporte más importante que los griegos hicieron a la perfumería fue el aplicar su arte a los frascos de cerámica utilizados para guardar los perfumes, piezas de arte que aún hoy son difíciles de igualar en belleza.

Diseñaron siete formas de almacenar perfumes y los decoraron con animales mitológicos, figuras geométricas y escenas conmemorativas.

El más conocido fue el lekythos, un frasco muy elegante y esbelto que llegó a ser tan popular que para referirse a alguien solemne se decía: "No tenía ni un lekythos".

Pero no todos los griegos amaban el perfume. Sócrates los detestaba, afirmando que ningún hombre debía perfumarse, ya que una vez perfumados olía igual un hombre libre que un esclavo. Otro ejemplo de la democracia ateniense.

A través del Mediterráneo, los griegos exportaron sus costumbres desde el Cercano Oriente hasta España y esto incluyó su amor por los perfumes. Así los primeros perfumistas y barberos salieron de una colonia griega al Sur de Italia y se instalaron en Roma en los tiempos de la República.

Aunque en sus inicios Roma era un pueblo pobre y austero que se dedicaba principalmente a cuidar sus huertos y rebaños y secundariamente a defenderse de sus vecinos, las sucesivas victorias militares y una constante expansión unida al debilitamiento del poder etrusco, la convirtieron en una ciudad brillante y próspera, que pasó de la frugalidad a la opulencia.

Siglo XXI

La perfumería del siglo XXI no escapa a ciertas imposiciones. Si antes los catadores de fragancias, llamados "narices", determinaban el rumbo de una moda, ahora deben escuchar al departamento de marketing y bajar sus narices a fin de seducir a un público cada día más mediatizado.

Sobre la piel

Al aplicarse el perfume sobre la piel, el calor del cuerpo evapora el disolvente, permaneciendo las sustancias aromáticas, que se disipan gradualmente durante varias horas. El perfume se vio favorecido con el refinamiento en las técnicas químicas de los olores.

Su creación

Hay dos tipos de estructuras para la creación de perfumes. Por fases, notas de salida, medias y base, o monolíticas, el aroma se mantiene sin variaciones mientras perdura.

Un 40 por ciento es la forma más concentrada de esencia aromática del perfume. Pero depende del tipo de perfume. El agua de baño lleva el 15 por ciento con aromas cítricos, sólo un 6 por ciento de concentración.

Una mezcla de sustancias aromáticas

El perfume es una mezcla que contiene sustancias aromáticas, pudiendo ser éstas aceites esenciales naturales o esencias sintéticas, un disolvente que puede ser sólido o líquido -alcohol en la mayoría de los casos- y un fijador, utilizado para proporcionar un agradable y duradero aroma a diferentes objetos pero, principalmente, al cuerpo humano.

Los aceites esenciales son sustancias orgánicas, líquidas, aunque algunas veces sólidas, de olor y sabor acres, irritantes e incluso cáusticas. Pueden destilarse sin descomposición, no son miscibles en el agua pero son solubles en alcohol y éter.

Cuerpos grasos, la cera y las resinas.

Su composición química es variadísima, algunos contienen ésteres, alcoholes, fenoles, otros contienen azufre. Existen en todos los órganos de las plantas, pero especialmente en las hojas y en las flores.

Los fijadores que aglutinan las diversas fragancias incluyen bálsamos, ámbar gris. La cantidad de alcohol depende del tipo de preparación al que vaya dirigido. Normalmente la mezcla se deja envejecer durante un año.

Los aceites esenciales se extraen de los vegetales que los contienen formados o que contienen los elementos para su formación. Su extracción industrial tiene gran importancia, existen distintos procedimientos.

Destilación

Este método es el más empleado especialmente para flores, plantas y hierbas, tales como la lavanda, rosas, alhucema, tomillo, sándalo, etc.

Para ello se emplea un alambique de cavidad bastante grande. La parte del vegetal que contiene la esencia de raíz, hojas, flores, corteza, se machaca y se introduce en el alambique. Se añade el agua suficiente para que la materia esté completamente bañada y al cabo de algunas horas de maceración se procede a la destilación.

Cuando se procede por maceración es necesario colocar las flores en unas grandes calderas manteniéndolas sumergidas a fin de que suelten el olor.

http://noticias.terra.com.ar/sociedad/una-historia-perfumada-aromas-que-siempre-acompanaron-al-hombre,cc955e7272e4d310VgnCLD2000000dc6eb0aRCRD.html

miércoles, 27 de febrero de 2013

HISTORIA DEL HOMBRE ELEFANTE


¿Por qué el Hombre Elefante sigue asombrándonos tras tantos años? Desde luego su fama no se la debe ni al cine ni al teatro, pues ya en vida fue una leyenda y un ejemplo para el resto de los mortales. Merrick nos enseñó que pese a su horripilante aspecto físico el interior humano es lo más importante.

Y que el esfuerzo personal, la dedicación y el respeto a los semejantes son pautas que debemos seguir para comprendernos unos a otros. 

Joseph Carey Merrick nació el 5 de agosto de 1860 en Lee Street, Leicester. En el momento de nacer fue un bebe normal, sólo comenzaron a desarrollarse extraños bultos y tumores a la edad de 5 años. Acudió a la escuela hasta los 11 o 12 años de edad. En esa época murió su protectora madre a la que adoraba. El padre volvió a casarse.
 
Su nueva madre y hermanos no lo admitieron con facilidad, así que Merrick se fugo de casa. Sólo volvió tras ser localizado por su padre y convencido de que no le abandonaría nunca. 

En los siguientes meses su tío, hermano del padre, fue su mejor amigo. A los 13 años consiguió un empleo en una fabrica de puros. Allí permaneció dos años hasta que la deformidad de su gigantesca mano derecha le impidió seguir liando las hojas de tabaco. 
La mujer de su padre le hizo pasar malos tragos cuando faltó el dinero que aportaba a la familia, así de Merrick intentó conseguir trabajo como pregonero de mercancías. Ya en esa época su deformidad era tal que la gente no le escuchaba, sino que lo rodeaba horrorizados por aquel ser deforme. 

Los médicos de la enfermería de Leicester intentaron ayudarle, aunque sus operaciones y tratamientos sólo resultaron un martirio. Allí permaneció cerca de tres años. Constantemente la gente quería verlo, entonces a Merrick se le ocurrió la idea de cobrar por exhibirse. 
Escribió a Sam Torr, un director de circo que buscaba novedades para mostrar en su pista. Nada más lo vio comprendió el gran negocio que significaba Merrick. Torr le buscó una habitación en la Posada de la Colmena, propiedad de su amigo Ellis, quien lo trató con aprecio y simpatía. Durante ese tiempo Merrick fue feliz, pues, según sus propias palabras: “Ahora estoy cómodo con lo que antes era incómodo para mí”. 

El siguiente giro a su vida sería protagonizado, en 1884, por un médico de cierta fama en aquel tiempo. Su nombre era Frederick Treves, un cirujano del Hospital de Londres muy interesado por las deformidades humanas. 
Un día, un colega suyo, el doctor Tuckett, le recomendó que no se perdiera la exhibición del Hombre Elefante que por esos días se encontraba en la capital actuando en el circo de Tom Normon. Visitó la “exhibición de monstruos” pero llegó tarde y habían cerrado. Por esas raras casualidades de la vida, Treves coincidió con Normon en una taberna cercana. 

El cirujano había visto muchas deformidades en durante su carrera como médico, pero el Hombre Elefante le impresionó y repugnó al mismo tiempo, haciéndole escribir en su diario: “Es el espécimen más repugnante de la humanidad, degradó y pervirtió en su forma”. Su profesionalidad superó su repulsión y lo invitó al hospital donde quería analizar sus malformaciones. 
En este punto se produjo un aparente hecho insignificante que cambió la vida me Merrick; Treves le dio una tarjeta personal para que no le pusieran impedimentos cuando fuera al hospital. 

Tras realizar toda clase de exámenes médicos Traves llevó a cabo una conferencia en la Sociedad Patológica de Londres apoyado por sus fotos y notas, intentando conseguir un diagnóstico. Nadie pudo explicar el origen de las terribles deformidades. Merrick fue tachado de incurable y abandonó el hospital. 

Dos años más tarde el Hombre Elefante viajó a Bélgica, pero su exhibición fue prohibida por las autoridades. No siendo de ningún valor para el circo fue enviado de nuevo a Inglaterra. Poco se sabe de esta fase de su vida. Sumido en la desesperación y una profunda depresión reapareció en la estación de Liverpool. La policía no comprendía sus palabras y estuvieron apunto de enviarlo para ser internado como loco, pero entonces Merrick mostró la tarjeta personal del doctor Treves. 

Cuando el médico lo vio su aspecto era lamentable y su estado emocional cercano a la auténtica locura. Merrick comenzó a llorar; aquello desconcertó a Treves, el monstruo tenía sentimientos. Pronto, más calmado y acomodado en el ático del Hospital de Londrés, empezó a hablar con su protector, quien quedó impresionado por la afable e inteligente personalidad de aquel ser de físico deformado por la naturaleza. 

Treves, junto a su amigo Carr Gromm, publicaron un artículo en el Times pidiendo ayuda y donaciones para el cuidado de Merrick. El auxilio comenzó a llover de todos lados. Muy pronto creció una profunda amistad entre el Hombre Elefante y el médico. Merrick deseaba ir a un hospicio para ciegos donde nadie podría ver sus deformidades. 

Sin embargo, en diciembre de 1886 Merrick pudo disponer de su propia casa en las cercanías del Hospital. Allí su mente pudo por fin descansar dedicándose a la lectura y a contestar una increíble cantidad de cartas. Por la noche, cuando nadie le veía, el Hombre Elefante salía fuera de la casa y paseaba solitario por los jardines. 

Pese a todo Treves no estaba contento, sabía que su amigo necesitaba hablar con otras personas, especialmente con mujeres que le apartaran de médicos y científicos. Merrick adoraba al sexo contrario y sólo su madre no había mostrado repugnancia al acercársele. Aquello era más patente cada día, pues devoraba, una detrás de otra, las novelas románticas. 

Treves preparó una cita con una hermosa viuda. La mujer únicamente tenía que darle la mano y sonreírle. Un plan aparentemente sencillo si no fuera por el horroroso físico de su amigo. Cuando aquello sucedió Merrick comenzó a llorar de emoción. Por primera vez una mujer que no fuera su madre lo había tocado. La historia corrió pronto de boca en boca y el Hombre Elefante comenzó a recibir visitas de muchas mujeres, que deseaban conocer a aquel ser humano tan sensible. No faltó la flor y nata de la nobleza, aunque la más famosa de todas ellas fue la Princesa de Gales, quien le tomó por la mano y habló un buen rato con él. Su visita se repitió en numerosas ocasiones. En una de ellas le regalo una fotografía firmada. 

Ese verano Merrick fue a vivir con el guardabosque local. Un hombre que no se asustaba del aspecto de su invitado. Durante mes y medio fue el ser más feliz sobre la tierra paseando y observando las plantas y animales de la zona. De regreso a su casa de Londres la vida parecía sonreírle al sentirse valorado y querido. Entonces ocurrió lo inesperado. Una mañana fue encontrado muerto en su cama. 

Por las notas de Treves los síntomas parecían de asfixia. Hoy al examinarse el esqueleto la hipótesis más admitida es que se quedó durmiendo sentado en la cama, su cabeza se inclinó de golpe desnucándole. 

¿Qué enfermedad padecía el Hombre Elefante?
 

El propio Merrick alentó la idea que durante un desfile de animales del circo cercano su madre, estando embarazada de él, había sido empujada por la muchedumbre cayendo bajo un elefante. El terror que le causó la experiencia era el origen de sus deformidades. Esta versión fue la que adoptaban los jefes de pista cuando lo presentaban al público. 

Durante años se ha supuesto que Merrick padeció neurofibromatosis, un raro mal todavía conocido como la enfermedad de Hombre de Elefante. Se trata de un desorden genético que afecta a uno de cada 4000 recién nacidos. El primer problema para aceptar esta afirmación radica en diversos síntomas muy concretos de la enfermedad que Merrick no tenía. 

Recientemente, sin embargo, algunos médicos especulan sugiriendo que Merrick padeció el síndrome de Proteus; más raro todavía y del que sólo se conocen 100 casos en todo el mundo. Una extraña proliferación de las células causa el crecimiento del hueso anormal en el cráneo y en varios tejidos del cuerpo. Aunque, de nuevo, ningún caso conocido es tan llamativo como el del Hombre Elefante. Esta enfermedad se descubrió a finales de los años setenta y, debido a la falta de casos, quedan muchos puntos por aclarar todavía. 

Por impensable que nos parezca, nadie sabe con exactitud, después de tantos años, diagnosticar el mal que deformó el cuerpo de Joseph Carey Merrick. 

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