miércoles, 21 de diciembre de 2011

GENERACIONES TECNOLOGICAS

La información que circula en la internet, en las redes sociales, interpela más directamente a la persona, está diseñada para que no se dé el efecto "desplazamiento", ése de que a mí no me afecta o eso no se relaciona conmigo. El dato es concreto e invita a la "complicidad". Ése es el mundo que vive la "generación interactiva". Es el mundo de nuestros nietos, primos, hermanos pequeños, chicos vecinos. 


Se trata de una generación altamente equipada, a lo menos con un celular, y desde allí abre ventanas que le permite ver el mundo y satisfacer su creciente curiosidad. Son muchos los chicos que están viviendo en hogares de alto nivel de instalación tecnológica, y los que no pueden y van a la escuela, allí las encuentran posiblemente disponibles. La familia o la escuela proporcionan los recursos tecnológicos

Ya es un hecho que habiendo un menor en el hogar, éste tiende a ser más rico en tecnología. Además, los padres no quieren que los chicos queden fuera de los circuitos tecnológicos. Y esto está ocurriendo en todas partes. En Gran Bretaña, ya a los 8 años se integran masivamente al celular.

Además, se trata de una generación emancipada en el uso de la tecnología. Consolidan lo que se ha denominado la "cultura de dormitorio", el hábitat propio, aislado de la vida familiar, y equipado para abrirse al universo interactivo unido a un acceso en solitario a las pantallas.

Esta soledad no es una decisión racional de los chicos, no es que quieran estar solos. El tema es que muchas veces no hay nadie en el hogar, nadie cerca de ellos. No la buscan sino que se encuentran con la soledad. Ven televisión solos, navegan en internet solos, o juegan play station en sus dormitorios. A diario escuchan sobre la peligrosidad de la calle.

También es una "generación movilizada"; el celular es la pantalla móvil. Es una pantalla personal, no como el computador que puede ser compartido. Los chicos y chicas le dan identidad a su celular, de modo que represente una respuesta a la gran pregunta acerca de "quién soy". Lo usan para comunicarse, conocer, compartir, jugar. Es una maravilla para ellos, pueden hacer muchas cosas en una única pantalla y es móvil.

Alguien preguntó si los chicos de hoy usaban relojes y se le respondió que en general no, porque un reloj es una pantalla aburrida que sólo sirve para ver la hora. Cada vez más se acorta la edad de acceso a las diferentes pantallas, y a la básica, al celular, se accede antes de los 12 años.

Del otro lado de la vereda, los adultos entramados en las contingencias de la vida, no ven el presente de los que vienen, y que están altamente equipados, movilizados y conectados. Verdaderas vidas paralelas. Y quién sabe el costo de ni siquiera mirar de reojo hacia sus mundos. En términos de mediación familiar, algunos no hacen nada, otros echan un vistazo, otros ayudan a los chicos, otros preguntan, otros intentan hacer algo juntos.

Sería importante que los lectores que tengan chicos a su alrededor se pregunten qué hacen con ellos. Así quizás constaten que los chicos ven en las pantallas una forma de corresponder a su necesidad de acción, de allí su inclinación por los videojuegos. En cambio, a lo mejor verifiquen que las chicas tienen un uso relacional de las pantallas, chatean más y prefieren el celular.

Mientras más precoz es la obtención y uso del celular, más precoz será el uso de las redes sociales. Y éste sí es un mundo de complejidades y posibles peligros. Hoy el discurso educativo, en el hogar y la escuela, revela la necesidad de argumentar que si no es conveniente la sola presencialidad tampoco lo es la sola virtualidad. Se requiere la doble dimensionalidad del mensaje. 

Hemos entrado en un mundo incontrolable, independientemente de que el control pueda no ser una estrategia apropiada. Para los padres el camino es enseñar a sus hijos a disfrutar también de otras maneras, más allá de la tecnología.


Eduardo Escalante - Consultor educativo.
http://www.losandes.com.ar/notas/2011/12/19/nuevas-generaciones-tecnologicas-613580.asp

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