La mitad del país cree que Colombia está en peligro de convertirse en la
próxima Venezuela. ¿Cuáles son las posibilidades reales de que eso suceda?
Según la Gran Encuesta Invamer de Caracol TV, Blu Radio y SEMANA, el 55,4
por ciento de los colombianos consideran que el país está en riesgo de volverse
en un futuro como Venezuela. Esto dejaría entrever que el miedo al
castrochavismo podría ser el tema central de la campaña presidencial de 2018.
Pese a ese temor latente, pensar que la revolución bolivariana se replique en
Colombia es muy poco probable, por eso vale la pena analizar cómo un tema tan
insólito se ha convertido en una obsesión para la mitad del país.
Para comenzar, la realidad es que las diferencias entre los dos países no
podrían ser más abismales. Venezuela ha sido una nación con una historia de
inestabilidad institucional y con una riqueza descomunal basada en las reservas
de petróleo más grandes del planeta. Colombia tiene mayor solidez
institucional, pero sin la chequera de su vecino. Y el fenómeno del
castrochavismo fue erigido con base en dos pilares: esa chequera y la
popularidad de Chávez, que logró llegar al poder cabalgando sobre la crisis del
sistema político y la corrupción.
Según Energy Information Administration, las reservas venezolanas de
petróleo ascienden a 300.000 millones de barriles y son más que las de Arabia
Saudita, Rusia o Irán y ocho veces más que las de Estados Unidos. Cuando Chávez
llegó al poder, el petróleo estaba en 11 dólares por barril. Durante su
gobierno ese precio llegó a superar los 100. Con una economía dependiente en un
95 por ciento de ese rubro, entre 1999 y 2014 su revolución llegó a recibir un
billón de dólares (1.000.000.000.000), una cifra astronómica de la cual, según
el exministro de ese país Jorge Giordanni, el gobierno despilfarró y malversó
la tercera parte (más de 300.000 millones de dólares). Sentado en esa mina de
oro, Chávez pudo crear un Estado asistencialista que le permitió comprar el
apoyo del pueblo, la solidaridad de los vecinos y la lealtad de las Fuerzas
Armadas. Además del indudable carisma de su líder y de su cautivador discurso
popular, los regalos o subsidios a los venezolanos en materia de comida, salud,
educación y techo fueron la causa del éxito inicial de su revolución
bolivariana.
Pensar que en Colombia se podría llegar a algo parecido es ingenuo. Al país
le tocó la misma bonanza petrolera durante el gobierno de Álvaro Uribe, pero en
una economía más diversificada y con una tradición de austeridad. Eso dio para
crecimientos del PIB hasta del 6 por ciento anual. Pero a Maduro y a Santos les
tocaron las vacas flacas, al primero con el colapso de su país y al segundo con
el colapso de su imagen. En todo caso, si el socialismo del siglo XXI se
sustentó en las reservas petroleras y en la popularidad del comandante,
Colombia no podría estar más lejos de esa situación. Aquí no solo la economía
está en peligro porque se está acabando el petróleo, sino que no hay nada más
impopular que las Farc.
¿Cómo se explica, entonces, que en Colombia haya tanto miedo por el
fantasma del castrochavismo? La respuesta radica en cuatro circunstancias que
confluyen en la actualidad: el colapso de Venezuela, la oposición de Uribe, el
odio por las Farc y las embarradas del gobierno.
http://www.semana.com/nacion/articulo/colombianos-creen-que-el-pais-se-puede-convertir-en-venezuela/528035