jueves, 25 de octubre de 2012

NO HAY CAUSA PERDIDA


Fue lanzado en Colombia con bastante éxito las memorias del ex presidente Uribe. Es un libro de 335 páginas donde Uribe narra sucesos de su vida personal, familiar y política desde cuando era Senador, luego como Gobernador de Antioquia y se extiende temporalmente hasta el final de su mandato como Presidente. Es un texto cautivante, conmovedor por momentos, con pasajes realmente emocionantes y está escrito en el sencillo estilo de comunicación que caracteriza al Álvaro Uribe Vélez.
Es innegable que hacia finales de la década de 1990 Colombia estaba sumergida en una profunda crisis económica e institucional; la violencia rampante amenazaba con tomarse las grandes ciudades y convertir el Estado colombiano en un Estado fallido. En ese momento el país se sostenía básicamente por la inercia del sector público, por unas desmoralizadas Fuerzas Armadas que aún podían proteger las zonas urbanas más importantes y, algo que quizá le faltó al ex presidente resaltar, por la fortaleza, convicción e iniciativas del sector privado que se negaba a claudicar frente a la crisis económica y arrodillarse frente a los violentos.
Este texto, sin duda controversial pero de lectura obligada, muestra un Uribe como lo hemos conocido, estudiosos, trabajador incansable, en extremo temperamental, pero también un padre y esposo amoroso y un líder carismático, quien ama profundamente a “la patria” y que constantemente está preocupado por el colombiano de a pié.  El escrito muestra también a un ser humano que acepta con humildad sus defectos y que en el ejercicio de sus funciones puede cometer errores, pero nunca de mala fe. Uribe en este libro se muestra tal como es: un hombre con una fe ciega en la tradición democrática y en la iniciativa privada, y que no esconde sus convicciones sobre las bondades del libre mercado y de la reducción del Estado burocrático.
Para bien o para mal, en mi opinión para bien, la historia de Colombia tiene un quiebre con el ascenso de Uribe al poder. Todos los hechos previos a 2002 fueron determinantes para que Álvaro Uribe llegara a ser presidente. No Hay Causa Perdida, narra un pedazo de la historia reciente de Colombia con un Uribe como protagonista indiscutible.
Tanto los enemigos declarados del ex presidente, como aquellos agazapados en la sombra, quieren reescribir ésta parte de la historia del país desconociendo los logros de los últimos años. No les quedará fácil, en el imaginario de los 9 millones de electores, Uribe está tan presente como cuando era presidente; para “el pueblo” él fue quién hizo de Colombia un país más viable, más seguro y un sitio menos ominoso, donde es posible vivir en paz.

Jorge Barrientos Marín

http://www.portafolio.co/opinion/blogs/el-irracional-accidental/%E2%80%9Cno-hay-causa-perdida%E2%80%9D
http://www.catedraderamiro.blogspot.com

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